Las criptomonedas y sus efectos no deseados: distorsión en el capital riesgo

Las criptomonedas y sus efectos no deseados: distorsión en el capital riesgo

Las criptomonedas y sus efectos no deseados: distorsión en el capital riesgo

Una de las principales dificultades en la industria del capital riesgo dedicada al “venture capital” es que proyectos o ideas pueden no llegar a buen puerto aunque tengan inversiones potentes. La disciplina necesaria para crear un equipo especializado entra en conflicto cuando los inversores buscan la riqueza instantánea.

¿Qué ha pasado con las criptomonedas a la llegada del mundo del capital venture? Algunos proyectos tecnológicos que habían tenido grandes dificultades para recaudar algunos millones en su primera vuelta, ahora mismo reciben una gran de cantidad de dinero.

 

El inversor de venture capital apoya nuevas tecnologías

Como sucedió hace una década con la burbuja tecnológica, la gran parte del dinero que entra en las ICOs se despilfarra. Pero existe la posibilidad de que un puñado de negocios sobrevivan en la selva de las startups para convertirse en una nuevo tan potente como Amazon o Facebook.

Esta tendencia va a llegar a los inversores del capital venture, ya que ha expuesto limitaciones tanto en los modelos de financiación como en la visión del mercado. Sequoia y Kleiner sólo invirtieron en Google, 25 millones de dólares estadounidenses, y lo acompañaron hasta donde está ahora mismo.

Des un punto de vista de inversor de ventura capital, acostumbrado a apoyar nuevas tecnologías, las criptomonedas como revolución es algo tecnológico. La tecnología blockchain ofrece la posibilidad de construir redes descentralizadas en la gran parte de las áreas de la economía digital, sin tener en cuenta a los negocios tradicionales.

 

El potencial del Blockchain sigue infravalorándose

Las entidades bancarias hablan de la tecnología blockchain como algo que hay que dominar y convertir en una herramienta para realizar unas cuantas funciones administrativas, al igual que las grandes multinacionales de medios de comunicación, que vieron en la época de la burbuja del 2.0, sólo como una forma útil de disminuir sus costes de distribución.

Muchos de los inversores más destacados de Silicon Valley se les fue de la vista lo que ha sido una revolución a corto plazo, es decir, la creación de un nuevo tipo de dinero. El bitcoin ha sido una especia de broma para los círculos tecnológicos debido a sus simples cimientos, y se pensaba que acabarían desmoronándose o viéndose superado por algo producto tecnológico.

Todavía no ha pasado, al menos a día de hoy. Pero aunque el bitcoin, como criptomoneda, aguante, eso no quiere decir que el planeta necesite la gran parte de las nuevas criptomonedas, cada una de las cuales apoya una actividad digital diferente.

 

Las startups no venden criptomonedas porque lo necesiten

Claramente las startups no venden monedas porque lo necesiten en realidad, sino porque la forma más fácil de beneficiarse de la gran cantidad de dinero que está inundando todo lo relacionado con la revolución de la criptomoneda.

Este efecto ha generado distorsiones que tienen como el caso de Ripple. Ripple es una startup creada hace 6 años que ha creado una interesante tecnología para que los pagos internacionales sean más fluidos. La criptomoneda de Ripple, denominada XRP, ya ha tenido sus movimiento entre los especuladores que esperan que sea una nueva divisa internacional.

Las criptomonedas, a día de hoy, no se sabe se va encontrar su lugar en el mundo de las entidades bancarias, aunque varias entidades bancarias han probado está tecnología, aunque no la han aplicado todavía en el mercado financiero.

Ahora mismo no sorprende que las empresas de software para empresas con modelos de negocio que dependen de suscripciones mensuales se estén planteando la incorporación de las criptomonedas, y el blockchain está causando gran aceptación en los mercados verticales.

 

Un gran rompecabezas para los inversores del venture capital

Esta situación ha provocado un gran dolor de cabeza a los inversores del venture capital que están buscando algo más que beneficios especulativos dentro de este mercado de criptomonedas. Aún necesitan encontrar negocios a largo plazo e invertir en ellos, y es muy necesario que existan.

Los mejores negocios siempre crean comunidades que unen a los desarrolladores y a los grupos de usuarios con un interés que les une y comparten. Esta situación ofrece beneficios reales a los usuarios y hayan formas de incentivarse de forma mutua reforzando comportamientos que son buenos para la salud de la comunidad y no sólo en la promesa que ofrecen actualmente las criptomonedas.

Por tanto, al igual que todos los nuevos negocios, tardan tiempo en formarse y construirse, pero eso no quiere decir que la revolución de los criptomonedas con su gran burbuja especulativa se vaya detener.

 

Imagen | Flickr

Original publicado en ‘El Blog Salmón’

Autor: Raúl Jaime Maestre

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